Aquellos que tendrán la suerte de visitarnos en la Hacienda Cantayo de Nasca, a partir de la Navidad de 2019, tendrán la gran oportunidad de “practicar el laberinto” recién terminado.
El primer laberinto está formado por dos espirales de Arquímedes que se encuentran en el centro y luego se alejan, dejando al caminante siempre solo consigo mismo para vivir la metáfora de su propio viaje existencial. Podemos decir que este símbolo extraordinario es un regalo que nos dejan los seres iluminados porque podríamos usarlo para la investigación interna y el bienestar espiritual. ¡Tiene la fuerza de un tornado y es un poderoso campo magnético!
Comenzar el viaje requiere un gran respeto y la conciencia de entrar en un espacio sagrado “vivo” etéricamente, que integra la energía propia con la frecuencia vibratoria y los niveles de percepción que lo atraviesan.
Antes de dar el primer paso, es necesario centrarse en el propósito del viaje y abandonar todos los demás pensamientos tratando de dirigir la atención hacia nosotros mismos para reconectarnos con nuestra fuerza vital y encontrar las respuestas a las preguntas importantes de la vida.
Para Navidad también estará listo el segundo laberinto unicursal de Creta con siete circuitos, el más representado en tiempos prehistóricos.
Construcción de laberinto
